INGREDIENTES
- Salchichas frescas en cantidad suficiente para satisfacer ese estómago hambriento.
- Un vasito pequeño de vino. O mejor grande, medio para las salchichas y el otro medio para tí, que hay que compartir.
Empezamos pinchando las salchichas con un tenedor, para que no se rompan al cocinarlas y suelten la grasa. Calentamos una sartén en el fuego sin nada de aceite. Cuando esté caliente ponemos dentro las salchichas. Dejamos que se doren por un lado y les damos vuelta para que se doren por el otro. Cuando estén doradas, echamos el vino y las dejamos cocer lentitas hasta que el vino se haya evaporado casi todo.
Si mientras fríes unas patatitas o te preparas una ensalada, ya tienes una comida completita.
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